Diciembre es una buena época para "pintarse la cara color esperanza" como lo sugiere una canción.
El espíritu navideño debe tocar almas frías y sacudir conciencias dormidas de modo que solo reine el amor.
El ser humano tiende a aplazar cambios necesarios, ¿por qué no hacer los cambios ya?
Date el mejor aguinaldo: perdonar, compartir más con los que amas, mejorar tus relaciones.
Decide ser más espiritual porque ahí están la mayor fuente de energía y el mejor tesoro: La paz interior.
El gran peligro de la Navidad es que todo se quede en luces, adornos, compras, rumba y nada más.
Muy triste porque entonces el nacimiento de Jesús y su mensaje de amor se diluyen en lo vano y lo efímero
Aquiétate, ora, haz un alto en el camino y decide que esta Navidad deje una buena huella en tu hogar y tu vida.