Un terremoto de 4,8 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió ayer el norte de Italia, dejándose sentir en las regiones de Toscana, Emilia Romagna e incluso Lombardía y Liguria, sin provocar daños personales o materiales de relevancia.
Según informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV), el seísmo se registró a las 15.48, hora local, a unos 15.5 kilómetros de profundidad y tuvo su epicentro en el distrito sísmico de Garfagnana, en la provincia de Lucca, al norte de la Toscana.
Solo cinco minutos después de la sacudida y durante un espacio de tiempo de una hora aproximadamente, se registraron otras ocho pequeñas réplicas de unos 2 grados de magnitud con epicentro en el mismo distrito, próximo a la frontera de la Toscana con Emilia Romagna y a los Apeninos Toscano-emilianos.
Las sacudidas generaron el pánico entre la población y provocaron algunas interrupciones en el flujo eléctrico y la línea telefónica en las localidades más cercanas al epicentro, entre las que se encuentran Barga, Castelnuovo di Garfagnana, Castiglione di Garfagnana y Fosciandora, sin que los bomberos recibieran llamadas para realizar operaciones de rescate.
La sacudida de 4,8 grados se pudo sentir no solo en la capital de la Toscana, Florencia, sino además en importantes ciudades del norte de Italia, como Milán (Lombardía), Génova (Liguria) o Módena y Bolonia (Emilia Romagna).