Quantcast
Channel: La Patria
Viewing all articles
Browse latest Browse all 108054

Sacan fuerzas para enterrar a sus jóvenes

$
0
0

Manuel Pérez

EFE | LA PATRIA | Santa María

Dramas familiares, fatalidades e historias de heroísmo afloraron ayer en esta ciudad del sur de Brasil en la luctuosa jornada de despedida de las primeras víctimas del incendio de la discoteca Kiss, que la madrugada del domingo se cobró 231 vidas y dejó 112 heridos.

Sin reponerse todavía del impacto inicial de la tragedia, los habitantes de esta próspera ciudad de 261.000 habitantes en el estado de Río Grande do Sul sacaron fuerzas del dolor para sepultar a los suyos, en su mayoría jóvenes universitarios, en la jornada más triste de la que tengan memoria.

El Cementerio Ecuménico Municipal y el Parque Jardim Santa Rita abrieron sus puertas desde primera hora de la mañana para recibir a más de medio centenar de víctimas del incendio, en una procesión interminable de féretros seguidos por familiares, amigos y conocidos desgarrados por la tragedia.

La mayoría de los fallecidos bordeaba los 20 años de edad y al menos un centenar de ellos eran estudiantes de la Universidad Federal de Santa María (UFSM), según confirmó ayer esa institución.

Muy triste

Entre las historias conmovedoras que circulaban por los cementerios estaba la del soldado del Ejército Leonardo de Lima Machado, de 26 años, que fue enterrado con honores militares porque murió al tratar de salvar personas atrapadas en la discoteca.

Lima Machado consiguió escapar con vida de las llamas que se apoderaron del recinto, pero volvió a entrar dos veces en el local y en la segunda, quedó atrapado y falleció junto a otras 230 personas.

"Sacó a su novia, la dejó en la acera de enfrente y volvió a entrar para ayudar a otros", explicó a Efe el cabo Gilmar Geison Buscher, compañero de Machado en el primer regimiento de carros de combate del Ejército.

Buscher describió a su compañero como "un ejemplar profesional y un tipo excelente", mientras que varios de sus colegas agregaron que era ante todo "un camarada".

Además del soldado Lima Machado, otros siete militares, la mayoría de ellos de la Base Aérea de Santa María, perecieron en esta catástrofe, que es la peor de su tipo en más de medio siglo en Brasil.

Santa María es también sede de un centro de entrenamiento de blindados y alberga a cerca de 17.500 miembros del Ejército y 1.500 de la Fuerza Aérea.

El ministro de Defensa Celso Amorim divulgó ayer un comunicado en el que expresa su "inmensa conmoción y dolor" por la tragedia, "entre cuyas víctimas se cuentan militares del Ejército y de la Fuerza Aérea".

La catástrofe golpeó por partida doble a dos familias, cada una de las cuales perdió dos hijos en el incendio.

Los hermanos Marcello y Pedro Salla, de 20 y 17 años, estudiantes de Derecho y Agronomía respectivamente, habían conseguido a última hora entradas para la discoteca y no pudieron escapar de las llamas.

Ambos fueron sepultados ayer en el Cementerio Municipal por familiares y amigos de la Universidad Federal de Santa María (UFSM), quienes contaron que Marcello, el mayor, se ganó un ingreso para dos personas para el área VIP de la discoteca y decidió acudir en compañía de Pedro, el menor.

Al igual que los Salles, la familia Farias Brissow, de la localidad de Itaqui, también fue golpeada doblemente por la catástrofe.

Las hermanas Andressa Thalita y Louise Farias Brissow, la primera estudiante de la Facultad de Derecho de Santa María (Fadisma) y la segunda de la UFSM, perecieron en el incendio, según las autoridades.

Más historias

También ayer fue sepultado Silvio Beurer Filho, miembro de un "piquete", como se denomina a los grupos que preservan la tradición de los gauchos, los jinetes de Río Grande do Sul y de toda la región de la pampa.

Beurer Filho, de 31 años, estudiante de agronomía y ganadero, era patrón en una hacienda familiar en la localidad de São Pedro do Sul y muy querido entre sus compañeros del "piquete" Junção dos Cascos, que acudieron al sepelio a lomos de sus caballos, vestidos con sus ropas y sombreros tradicionales, sin poder contener las lágrimas.

Durante el velatorio, el féretro fue cubierto con la bandera del estado de Río Grande do Sul y sobre ella se depositó su sombrero de gaucho y sus gafas de sol, mientras que un acordeón fue puesto al lado y, en la cabecera, una enorme foto de Silvio montado sobre su caballo observando la inmensidad de la pampa.

Familiares y amigos de los fallecidos convocaron anoche a una misa en la plaza Saldanha Marinho, en el centro de la ciudad, después de la cual se realizó una marcha en memoria de las víctimas de esta tragedia que ha enlutado a Brasil.

Argentina envía piel para heridos

Argentina envió ayer piel y otros tejidos para asistir a los heridos con graves quemaduras del incendio de la discoteca Kiss, en la ciudad brasileña de Santa María, en el que fallecieron 231 personas, informaron fuentes oficiales.

Un cargamento con 10.000 centímetros cuadrados de piel y 20.000 centímetros cuadrados de membrana amniótica partió ayer por la mañana en un avión de Aerolíneas Argentinas con destino a Porto Alegre, informó Presidencia a través de su página web.

El envío fue dispuesto por el Ministerio de Salud argentino a pedido de las autoridades del estado brasileño de Río Grande do Sul, donde se registró el siniestro.

El ministro de Salud argentino, Juan Manzur, destacó que la "piel y otros tejidos son obtenidos mediante la donación de órganos" y agradeció "la actitud comprometida de todos los argentinos que han decidido donar los órganos de sus seres queridos, y que hoy nos permite dar una respuesta solidaria al hermano país".

"La piel y la membrana amniótica se utilizan como apósitos biológicos que ayudan a mejorar el proceso natural de recuperación de la piel y protegen al paciente de posibles infecciones, que son la principal causa de complicación en los personas con grandes quemaduras", explicó Manzur.

Argentina ya envió piel y otros tejidos en 2004, para el tratamiento de los heridos del incendio de un supermercado en la capital paraguaya, en el que fallecieron alrededor de 400 personas, y en agosto de 2012, tras la explosión de una refinería en el norte de Venezuela, en la que murieron 42 personas.

Se entregó el otro dueño de la discoteca

El empresario brasileño Mauro Hoffmann (de gafas en la foto), uno de los dueños de la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, en el sur del país, donde un incendio causó la muerte a 231 personas este domingo, se entregó ayer a la Policía, que había emitido un orden de arresto.

Hoffmann se personó en la primera comisaría de Policía Civil de de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul, tal y como había anunciado su abogado.

La Policía emitió ayer órdenes de arresto contra Hoffmann, su socio Elissandro Spohr, conocido como Kiko, y dos integrantes del grupo musical Gurizada Fandangueira, la banda que tocaba en el momento en que comenzó el fuego y a la que se atribuye el origen del incendio. Todos ellos ya están bajo custodia policial.

El comisario Marcelo Arigony explicó que las órdenes de prisión temporal fueron emitidas para evitar que puedan dificultar las investigaciones.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 108054

Trending Articles



<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>