COLPRENSA | LA PATRIA | MANIZALES
Una jornada con duros golpes para las Farc y la Policía fue la de ayer en Colombia, pues en diferentes hechos cayeron al menos tres uniformados y seis guerrilleros. Todo esto ocurre en medio del reinicio de las conversaciones de paz en La Habana (Cuba).
Las autoridades atribuyeron al Frente 59 de las Farc, que delinque en La Guajira, el asesinato de tres policías en la mañana de ayer.
Las víctimas fueron identificadas como el subintendente Calixto Niño Monrroy y los patrulleros Jesús Ricardo Osorio y Andrés Quintero Forero, adscritos a la Policía Fiscal y Aduanera. Iban en una patrulla de la institución cuando los emboscaron en el corregimiento de Carraipía, a tres kilómetros de Maicao.
En ese sitio el grupo armado ilegal montó un falso retén desde donde les disparó a los uniformados con armas de largo alcance. En la zona, sin embargo, hay presencia de bandas criminales y de otras organizaciones ilegales dedicadas al narcotráfico.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez divulgó en su cuenta de Twitter la fotografía en la que se ven los cuerpos sin vida de dos de los tres policías asesinados, algo que generó fuertes críticas.
El ministro del Interior, Fernando Carrillo reaccionó, también en su cuenta de esa red social, con la siguiente frase: “la sangre de nuestros policías es nuestra sangre. No puede exhibirse como trofeo de guerra contra la paz”.
Las críticas también llegaron desde sectores periodísticos, políticos y de ciudadanos del común, estos últimos también por medio de redes sociales.
Cabecilla abatido
En un golpe considerado por los especialistas como el más contundente contra las Farc después de la muerte de alias Alfonso Cano, hace un año, fue abatido Luis Carlos Durango Arango, alias Jacabo Arango, comandante del Frente 5 de esa guerrilla y a la vez jefe encargado del Bloque Noroccidental.
La acción en que murió el guerrillero, miembro del Estado Mayor de las Farc, fue un bombardeo ejecutado por la Fuerza Aérea Colombiana el jueves pasado en el área general de Kakaradó, en el municipio de Tierralta (Córdoba), zona que después fue consolidada por tropas de la Brigada Móvil 16 y por la Policía.
Junto con Durango Arango también murieron otros cinco insurgentes, entre quienes estaría el segundo al mando de la estructura guerrillera. Tras el bombardeo fueron incautados cinco fusiles, una subametralladora, dos escopetas, 22 proveedores, armas cortas, municiones, detonadores para explosivos, 40 equipos de campaña y equipos de comunicación y de cómputo.
El general Alejandro Navas, comandante de las Fuerzas Militares, aseguró que con esta baja asciende a 27 el número de cabecillas de las Farc abatidos en operaciones militares desde que se puso en ejecución el plan de guerra Espada de honor.
“Esta operación fue conjunta y coordinada entre Fuerzas Militares y Policía, dando muestra de una avanzada cultura operacional que reina en las Fuerzas Armadas de Colombia”, aseguró el general.
A alias Jacobo Arango le atribuyen el asesinato de 124 militares y policías entre 1995 y 2011, lo mismo que el de 59 civiles. También, la quema de 15 vehículos, la retención de una aeronave, atentados contra empresas bananeras, incursiones armadas a poblaciones y secuestros de civiles, entre otros.
El Frente 5 de las Farc había recibido el 31 de diciembre pasado otro duro golpe, cuando en la operación Fortuna, en zona rural del municipio de Mutatá, la Fuerza Aérea bombardeó un campamento y abatió a 14 insurgentes. En esa ocasión solo sobrevivieron dos guerrilleros, entre los que estaba la segunda al mando del Frente 5, María Elda Ramírez, alias Mayerly. Por todo esto, el alto mando militar no dudó en asegurar que el Frente 5 de las Farc ya está extinto.
Piden que Gobierno acepte cese bilateral
El colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) y las organizaciones sociales Ruta por la Paz presentaron ayer una propuesta conjunta para los diálogos en Cuba. Proponen, entre otras cosas, que el Gobierno acceda a un cese al fuego bilateral con las Farc, y que se establezca un mediador, ya sea alguno de los países que actúan como mediadores y acompañantes del proceso (Venezuela, Chile, Noruega y Cuba) u otro diferente.
“Se necesita un mediador que verifique las condiciones y para mediar entre las partas con razones. Queremos llamar a un acuerdo especial y a una tregua bilateral”, dijo la exsenadora y vocera de CCP, Piedad Córdoba (foto).
Otra solicitud para el Gobierno es no levantarse de la mesa hasta llegar a acuerdos con el grupo guerrillero. Además, lograr una concertación que permita el cese de hostilidades mientras avanzan las negociaciones.
“Se pide acordar nuevamente la posibilidad de un acuerdo especial humanitario, que además busca proteger a la población civil. Le enviamos una carta al Gobierno hace como seis meses, cuando se conocieron los acuerdos de La Habana, y hoy, con esta comunicación, insistimos con esos acuerdos”, agregó Córdoba.
No descartó, además, que pueda mediar en la liberación de los dos policías secuestrados por las Farc en el Valle del Cauca, entre los que hay un caldense (ver nota en página 12B), aunque dijo que no quiere ser “ni un palo en la rueda, ni prestarme para comentarios indecentes”, pero que si se le solicita “lo haremos inmediatamente”.
Advirtió que desde las organizaciones sociales también se llama a que el Ejército de Liberación Nacional (Eln) sea incluido en las conversaciones para poner fin al conflicto y que, además, se le responda a la comunicación pública que hizo el Ejército Popular de Liberación (EPL) sobre esa misma posibilidad.
“Lo más importante es que las partes estén sentadas, pero al Gobierno se le advirtió de los riesgos, a menos que lo haya hecho a propósito, de negociar en medio del conflicto. Hubiera sido importante que cuando las Farc decretaron el cese unilateral hubiera pedido una verificación y no prestarse a que el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, esté afirmando que eso fue un desastre”.