Busca nuevos retos y nuevos horizontes, y no dejes que nadie ni nada desbarate tus sueños.
Libera tu imaginación, sé atrevido y no te estanques apegado a las normas y los límites de lo cotidiano.
Redobla la fe en ti mismo y abre puertas que alejen la nostalgia y te lleven a un deslumbramiento.
No te dejes atrapar tampoco por una cultura de logros que obnubila y sofoca el amor.
Que no te suceda como a un papá que decía estas palabras ante el féretro de su hija adolescente:
"Daría todo por oírte y por verte sonreír. Perdóname que no te aproveché lo suficiente".
Ese es el cruel destino de muchos seres que no son malos, pero viven encadenados al trabajo y lo material.
Por lo mismo, busca nuevos horizontes guiado solo por el amor y conectado con Dios en tu corazón.