Padres y educadores, profundicen estas sugerencias en un mundo cambiante, interdependiente y pluralista:
1. La educación es un proceso que pide paciencia; es frustrante esperar resultados inmediatos.
En ese proceso el buen educador forma personas para que convivan en armonía, el cómodo se limita a informar o instruir.
2. La educación pide una revisión constante y equilibrio para conservar lo perenne y soltar lo caduco.
La prioridad es sentar buenas bases con el amor, la fe, la humildad, la honestidad y el sentido crítico.
3. Educar es llevar a una persona a ser cada día más humana y a reconocer la humanidad de los demás.
Solo con ese reconocimiento somos justos y buenos, solo así creamos la unidad en la diversidad.
4. La educación es integral y da importancia a cinco dimensiones: mental, emocional, espiritual, física y social.