En diciembre los seres humanos se reconcilian con la vida y abren las puertas a Dios y al amor.
Hay destellos de alegría y crece la solidaridad, se comparte en familia y somos más sensibles.
Aunque reinen el consumismo y lo superfluo, la Navidad muestra lo mejor de muchas personas.
Así es si aprendes mucho de los personajes que dieron lugar a una tradición que perdura: Jesús, José y María:
Jesús nace en un pesebre para enseñarte humildad. Te invita a compartir con tantos que viven en una pocilga.
María te enseña a confiar en Dios y a actuar como ella lo hizo: con total disponibilidad.
José te dice que un ser justo siempre hace la voluntad de Dios aunque ésta se muestre incomprensible.
Eso es Navidad: caminar en el bien y la verdad como ellos y llenar de amor cada espacio y cada instante.