EFE | LA PATRIA | Andorra la Vella
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió ayer que la actual crisis en la península de Corea "ha llegado demasiado lejos", y aseguró que "el diálogo y las negociaciones son la única vía para resolverla".
Ban Ki-moon se ha ofrecido a colaborar en la resolución de la crisis que enfrenta a Corea del Norte con Corea del Sur y Estados Unidos, tras advertir que "las amenazas nucleares no son un juego" y exhortar a la República Popular a que cese en las "provocaciones".
El secretario general de Naciones Unidas hizo estas declaraciones en el Principado de Andorra, país que visita con motivo del vigésimo aniversario de su ingreso en la ONU, y donde, en declaraciones a la prensa, exigió a Corea del Norte que cumpla escrupulosamente las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Ban Ki-moon leyó una declaración en la que reconoce estar "profundamente preocupado" por la situación actual que se vive en la península de Corea y consideró que "la retórica agresiva y las actitudes militares" sólo alimentan el miedo y la inestabilidad en la zona.
"Las cosas deben comenzar a calmarse, ya que esta situación, agravada por la falta de comunicación, podría llevar a un camino que nadie desea seguir", insistió en este sentido el secretario general de la ONU.
Del mismo modo, indicó que "no hay necesidad de que la República Popular de Corea inicie una carrera de enfrentamiento con la comunidad internacional. Estoy convencido de que nadie intenta atacar a Corea del Norte por desacuerdo con su sistema político o política exterior", señaló.
Sin embargo, también agregó: "me temo que otros responderán con firmeza a cualquier provocación militar directa".
Con diálogo
El máximo representante de la ONU subrayó que "el diálogo y las negociaciones" son la "única manera" de resolver la crisis actual, y se mostró dispuesto a "ayudar a las partes a embarcarse en este viaje".
Las relaciones de Pyonyang con la comunidad internacional se encuentran en un estado de elevada tensión, ya que el régimen lanza amenazas casi diarias a Corea del Sur y EEUU desde que la ONU le impuso el pasado 7 de marzo nuevas sanciones por su última prueba nuclear de febrero.
Reabrirá su principal reactor nuclear
Corea del Norte lanzó ayer un nuevo desafío al mundo al anunciar la próxima reapertura del reactor principal de Yongbyon, que devolvería al país su principal fuente de plutonio para avanzar en el desarrollo de armas nucleares.
El régimen de Kim Jong-un pondrá en marcha su reactor central de 5 megavatios clausurado en 2007 y aseguró que "los trabajos se iniciarán sin demora", aunque expertos descartan por motivos técnicos la posibilidad de una reapertura a corto plazo.
Pyonyang explicó que la medida forma parte de los esfuerzos para resolver la endémica escasez de suministro eléctrico del país, aunque también servirá para "impulsar la fuerza armada nuclear tanto en cantidad como en calidad", lo que ha alimentado aún más la inquietud en la comunidad internacional.
Los Gobiernos de Corea del Sur, China, Japón y Rusia, que forman parte del estancado proceso de diálogo multilateral para la desnuclearización del régimen comunista, lamentaron y mostraron su preocupación por la decisión de reabrir Yongbyon.
Ubicado unos 100 kilómetros al norte de Pyonyang e inactivo desde 2007, el reactor de Yongbyon ha sido hasta la fecha la única fuente de plutonio de Corea del Norte al producir, según expertos, barras de combustible usado de las que es posible extraer este material apto para fabricar bombas atómicas.
Los analistas sostienen que Corea del Norte mantiene limitadas reservas de aquel plutonio, usado en sus pruebas nucleares de 2006 y 2009 -se desconoce si también en la del pasado febrero-, por lo que la reapertura del reactor podría suponer un paso decisivo en su peligrosa apuesta atómica.
Al margen del reactor, otra instalación clave del complejo nuclear de Yongbyon es la planta de enriquecimiento de uranio, que el país comunista mostró abiertamente en 2010 al experto estadounidense Siegfried Hecker y donde permanecían operativas unas 2.000 centrifugadoras.
No existen pruebas de que Corea del Norte sea capaz de fabricar bombas nucleares con uranio ya que su aplicación requiere tecnología mucho más avanzada que en el caso del plutonio, aunque ciertos observadores barajan que el hermético Estado podría haberlo logrado en su tercera prueba atómica de febrero.
Estados Unidos consideró ayer que el anuncio de Corea del Norte de volver a abrir o reiniciar sus instalaciones nucleares en Yongbyon es "otra indicación de su patrón de contradecir sus propios compromisos y de violar sus obligaciones internacionales".
EEUU envía dos destructores al Pacífico
Washington. Estados Unidos envió los destructores "Decatur" y "John McCain" al Pacífico occidental en respuesta a las recientes amenazas de Corea del Norte, informó ayer el portavoz del Pentágono, George Little.
"El 'Decatur' y el 'McCain' han llegado a posiciones predeterminadas en el Pacífico occidental, donde estarán en condiciones de responder a las amenazas de misiles contra nuestros aliados o nuestros territorios", indicó el portavoz en rueda de prensa.
Ninguno de estos buques forma parte de las maniobras conjuntas "Foal Eagle" que están llevando a cabo Estados Unidos y Corea del Sur; están allí "para llevar a cabo una misión de defensa antimisiles", puntualizó.
El funcionario, que no quiso revelar la posición exacta de los buques, consideró que se trata de una respuesta "prudente, lógica y moderada".
"Respondemos a las diferentes circunstancias y amenazas diferentes, no sólo en el Pacífico Asia sino en todo el mundo", al tiempo que reconoció que "la amenaza de misiles de Corea del Norte está siempre ahí".
Ambos navíos son destructores provistos de defensa aérea con el sistema antimisiles balísticos Aegis, que cuenta con un sofisticado radar que permite rastrear y destruir misiles enemigos.
El pasado 26 de marzo, Pyonyang anunció que había puesto sus misiles y unidades de artillería "en posición de combate" hacia Corea del Sur, así como contra el territorio continental de EE.UU. y las bases militares del país norteamericano en el Pacífico.
El régimen de Kim Jong-un ha aumentando sus amenazas a Corea del Sur y EE.UU. desde que la ONU le impuso el pasado 7 de marzo nuevas sanciones por su última prueba nuclear de febrero.