LA PATRIA | MANIZALES

El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, con el apoyo del Batallón Ayacucho, del Ejercito, se incautó de 392 minas antipersonales, cuatro mechas de cordón detonante, 241 detonadores eléctricos y cuatro barras de indugel, al parecer pertenecientes a las Farc.

La incautación ocurrió en el sector La Laguna, corregimiento de San Diego, municipio de Samaná (Caldas). Según la Fiscalía, los explosivos serían parte del armamento del frente 9 de las Farc, que está dirigido por un hombre conocido con el alias de Henry.

Sin embargo, otras fuentes dan cuenta de que se trataría de un material que perteneció al 47 de las Farc, que operaba en esa zona del departamento.

Este medio conoció que continúan las labores de seguimiento y rastreo de nuevas caletas, así como de posibles cultivos ilícitos en ese área limítrofe con Antioquia.

Destaca la Fiscalía que el resultado operativo hace parte de una labor Interinstitucional entre el Ejército Nacional y el CTI Seccional Manizales.

Un material adicional no especificado en el reporte de prensa de la Fiscalía, pero que es fundamental para avanzar en labores la inteligencia, fue hallado por el grupo que adelantó la operación.

Sigue el desminado en Caldas

El coronel Juan Carlos Guzmán, comandante del Batallón Ayacucho, expresó que: "tenemos 280 hombres en la campaña de desminado, de estos 140 están encargados del Batallón de Desminado en el sector de El Congal y Yarumal (Samaná).

"Estas unidades llevan dos años en esta área y han despejado 14 mil 334 metros cuadrados, encontrado 64 artefactos explosivos y 13 mil 807 elementos metálicos. Esto nos ha permitido garantizarle a la población que puede transitar tranquilamente por estos sectores", anotó.

En este año las unidades militares han asegurado 3 mil 323 metros cuadrados y han encontrado mil 958 desechos metálicos en la zona.

Acerca de minas antipersonal

Son artefactos explosivos que se camuflan de manera particular bajo la tierra con el objetivo de ocasionar daño a un enemigo cuando las pisa. Su uso está prohibido por protocolos internacionales, ya que en la práctica dañan más a las personas que no participan en los conflictos.