Una importante noticia se escuchó en los últimos meses y es que, el ya desaparecido Ministerio de Protección Social, informó que fueron unificados los servicios de salud para las personas mayores de 60 años, mensaje que nos indica que a partir de ahora, los colombianos que ya hayan llegado a esta edad y que pertenezcan al régimen subsidiado, serán tratados con las mismas "gabelas" que tienen los del régimen contributivo. Difícil de creer pues este gobierno se ha vuelto muy poco serio, ofrece "oro" y de pronto es mucho "tilín" y pocas realidades.
En el argot o jerga demográfica, en Colombia, se considera "anciano", al personaje que tiene más de 60 años. En nuestro país somos más de 5 millones, es decir, algo más del 8% de la población. Por lo tanto, según datos oficiales, serán 2.300.000 beneficiados con esta tan anunciada medida.
La medicina progresa en todas las especialidades; si a esto añadimos el moderado control de la natalidad y la aplicación adecuada de unas pocas pero buenas políticas sanitarias, la estructura demográfica tiene que cambiar. Hoy se caracteriza por una leve disminución de los nacimientos y un aumento en la duración de la vida. En 1980, se calculaba que en el mundo existían 380 millones de personas "maduras", población que en el 2020 seguramente llegará a 1.200 millones, cuando la población mundial sea de 7.500 millones. Ese crecimiento demográfico es muy probable que siga la misma tendencia en Colombia, pues las Farc tendrán que desaparecer y los países capitalistas aceptarán a regañadientes la legalización de las drogas ilícitas que ellos tanto consumen, (marihuana, cocaína, heroína).
Es evidente que para los seres humanos, la tercera edad se ha convertido en la más larga y "costosa" de las edades de vida. Incluso ya se habla de la "cuarta edad", fenómeno que mantiene preocupados a los gobernantes de todos los países, principalmente los tercermundistas. En EEUU, el 80% de los recursos destinados a la salud, se invierten en la "mejoría" de los últimos 15 años en la vida de todos los "gringos". Esto es explicable, pues la vejez trae una merma natural de la salud, representada en depresión, cardiopatías, osteoartrosis, demencia senil, broncopatías, y muchas más. Todas estas patologías están muy de acuerdo con el deterioro y los procesos que se presentan con el paso del tiempo, lo que en ingeniería se llamaría "fatiga de material" y nuestro premio Nobel denomina "oxido final". Estas dolencias causan impacto emocional y alteraciones mentales, entre quienes las padecen y también entre quienes los acompañan. Este "golpe", se va agravando por las condiciones sociales que suelen rodear el transcurrir de la vida de anciano, el cual generalmente es "abandonado" por sus parientes; incluso muchos lo declaran "loco", para poder manejar la herencia, si es que hay. Creo que todos debemos reflexionar con criterio humano, moral e incluso político.
De todos es bien conocido que, la falta de seguridad social, la incomprensión, la miseria, la pobreza y el abandono familiar, suelen ser los habituales acompañantes de los ancianos en la gran mayoría de los países del mundo.
Aún más, las personas encargadas de cuidarlos, no siempre son las mejores preparadas, llegando hasta la agresión, como observamos en muchos videos de la "tele", donde una "enfermera" gorda es la encargada de las afrentas.
Es bueno decir que la vejez, por sí misma, no es enfermedad, muchos gozan de aceptable salud, pero... hasta cuándo; generalmente somos los mayores consumidores de recursos, lo que para algunos constituye un verdadero problema de salud pública y un aparente "dolor de cabeza" para el Estado, el cual es quien debe propiciar los mecanismos que brinden una verdadera y seria seguridad social, permitiendo que la etapa final en la existencia de muchos, transcurra de manera tranquila, sin olvidar que lo importante es prolongar la vida, pero humanizada.
Aplaudo a la medida del gobierno de proteger la tercera edad. Sin embargo, surgen algunas preguntas: ¿Si existe el dinero para ello? ¿Se hicieron los estudios respectivos, teniendo en cuenta que entre los beneficios que ofrece el régimen contributivo, está el aparente diagnóstico y tratamiento de patologías de alta complejidad y costo, las cuales son las más comunes en las personas de más de 60 años, siendo las más complicadas de manejar?
Amanecerá y veremos, pues a los del régimen contributivo tampoco les cumplen. Juan Manuel debe ponerse firme y serio.