Considero que los manizaleños deberíamos hacer unas reflexiones sobre las fiestas de fin de colegio de nuestros hijos, fiestas que denominan "proms" y que son una mala copia de las que hacen los gringos.
Los proms nuestros son unas fiestas que realizan los bachilleres recién graduados o próximos a graduarse, que tradicionalmente se hacen en sitios alejados de la ciudad, poco apropiados para este tipo de fiestas, de difícil acceso y tienen que ser con amanecida incluida –requisito Sine qua non-. Todas estas condiciones sumadas a un alto consumo de licor, donde los muchachos se sienten totalmente liberados, da pie para que cometan todo tipo de actividades, algunas de ellas "no muy santas".
Se dice que especialmente las personas que son conocidas en el país como "los paisas" –entre los cuales nos incluyen a los que nacimos y vivimos en el departamento de Caldas- somos muy buenos para consumir licor y especialmente desde tempranas edades. Desde el año 2004 el incremento del consumo juvenil de trago se ha disparado. Según la ONU, Colombia es el país latinoamericano donde los muchachos empiezan a beber alcohol más temprano: el 40 por ciento de los muchachos lo hacen desde los diez años y medio y las niñas desde los once años y medio.
En los últimos años las fiestas de los muchachos a nivel nacional se están convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza para las familias y para las autoridades. Un ejemplo de estas celebraciones son las que hacen en las denominadas "noche de brujas" de los 31 de octubre. El caso más conocido del resultado de estas fiestas, fue el que sucedió con la muerte del estudiante de la Universidad de los Andes, Luis Colmenares, quien apareció muerto en un caño de la ciudad de Bogotá, cuyo proceso judicial se ha convertido en un verdadero reality que nada tiene que envidiarle a los que se presentan por la televisión.
La falta de atención al tema por parte de los padres de familia, ha traído consigo que las acusaciones a la falta de control se hagan contra las autoridades, desconociendo que los principales responsables de las actitudes y comportamientos de nuestros hijos somos nosotros los padres de familia.
Es urgente tomar conciencia sobre la forma como se están desarrollando estas fiestas en nuestra ciudad. La sola amanecida es un error, una cosa es que una fiesta se termine entre la una o dos de la mañana y otra es que los asistentes salgan de ella cuando ya a la luz del sol ha salido en todo su esplendor.
Los proms son una fiesta de despedida de los años vividos en el colegio, en la que puede ser la mejor época de la vida de muchos. Fiesta en la que se debe compartir alegre y animadamente con las personas con quienes se vivieron tantos años y que posiblemente no se vuelvan a ver en mucho tiempo. Sin embargo, todas las condiciones de la fiesta están dadas para que terminen mal. Afortunadamente, hasta el momento, no se han presentado hechos graves que se tengan que lamentar, pero tal como se están realizando podemos estar corriendo el riesgo de que en el futuro algo muy lamentable pueda suceder.
Considero que los padres de familia debemos poner especial cuidado, no solamente en la educación que nuestros hijos reciben tanto en conocimientos como en la formación en valores y en el crecimiento personal, sino que además tenemos que estar vigilantes de las actividades extracurriculares a las que asisten. Los famosos proms se pueden celebrar, pero tienen que ser regulados y controlados y en esto deben participar activamente los padres de familia.