De la tienda de barrio, al supermercado; del supermercado a la gran superficie, así fue la historia que vivimos en los últimos 30 años. Ahora las grandes cadenas tienen en la mira de sus intereses las tiendas de barrio. Y la pregunta que queda en el fondo es ¿qué va quedar de todo esto? Muchos tenderos deben estar pasando las duras y las maduras con la competencia de las pequeñas tiendas de las grandes cadenas. Y con ello, terminando con una de las tradiciones más viejas de nuestro comercio: las tiendas de barrio. Aparece también una pregunta sobre el futuro de los precios y los márgenes de intermediación de estas cadenas, cuya propiedad se está consolidando en manos de extranjeros.
La nueva recomposición de las grandes superficies con la consolidación del grupo francés Casino con el Éxito como punta de lanza; la venta de Carrefour a los chilenos de Jumbo; la salida de algunas cajas de compensación; debe poner en alerta a la Superintendencia de Industria y Comercio, y desde luego a las ligas de consumidores. La cuestión es qué va a pasar en materia de precios. Se teme que los chilenos buscarán pagar rápidamente la astronómica suma (analistas insisten en que pagaron más del doble de su costo) y con ello, tendrán mayores márgenes, es decir, subirían precios. La distribución es todo un arte, y la presencia de extranjeros como los principales jugadores le dará al sector mucha movilidad y seguramente mucha reingeniería. Pero es un hecho, Colombia ha quedado en manos de extranjeros. El interrogante es cómo va el consumidor en este reordenamiento del mercado.
De otra parte, las cadenas han iniciado una muy agresiva estrategia de buscar formatos de supermercados pequeños, ofreciendo de manera similar a una tienda grande de barrio. Es tan agresiva la cuestión que almacenes Éxito ha contratado inmobiliarias en distintas ciudades para buscar locales claves. Quedan pues en frágil posición las tiendas de barrio, con todo lo que ellas implican y juegan en su medio. Planes de fortalecimiento de los tenderos como los que tiene la Fundación Carvajal, la Nacional de Chocolates y otras empresas pueden ser reeditados en otras partes del país, para mejorar al tendero en contabilidad, manejo de mercancía, en estrategia comercial, etc. Pues si los tenderos no se modernizan, pueden quedar en una página de la historia comercial.
Hay pues una reconfiguración de la distribución en el país muy grande y profunda. Hay que hacerle un seguimiento, para que sea para bien de los consumidores.