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Vestida con un abrigo de piel de vison y con unas sandalias que evocan la época hippie, así llegó Leonor Carrasquilla, La Maga, a hablar de su último libro La sangre regia como una canción, su trabajo número 16, del cual ya ha vendido 61 ejemplares y aún se encuentra produciendo más.
Y es que no es un libro cualquiera, es un trabajo exquisito hecho a mano en el que tarda 15 días en su fabricación, el cual conserva el sello de La Maga, una mujer dedicada al arte y a la poesía.
Dueña de los versos más hermosos que ha podido conocer la literatura colombiana y llena de una magia y un aura impresionante, donde la humildad, la sencillez y la creatividad habitan para darle paso a la mejor poetisa del país.
Su amor por los poemas se lo debe a su hija María de las Estrellas, quien infortunadamente murió víctima de un accidente de tránsito. Pero esta tragedia no evitó que la magia de Leonor se apagara, antes se convirtió en un aliciente y en inspiración para crear las palabras más hermosas que el mundo pueda leer.
Sin embargo, sigue siendo un tema que le cuesta tocar, pues su recuerdo es un activador inmediato de lágrimas, pero de alegría, ya que su hija vive en su corazón.
Expertos en el tema le han dado el nombre de 'Yo soy la poesía', así es conocida Carrasquilla, quien tiene una pesada herencia literaria, pues es pariente del reconocido escritor Tomás Carrasquilla e hija del historiador Juan Carrasquilla, así como descendiente de los merovingios y su genealogía, temática central de su último libro.
CONOCIENDO A LA MAGA
- Recordémosle a la gente, a los jóvenes que se empiezan a interesar por la poesía, ¿por qué usted es La Maga de la poesía?
Yo tengo un don, desde que estaba en el colegio les contaba a las niñas cosas que querían saber. Me decían ‘y tú qué opinas, por ejemplo, de mi novio’, y yo me concentraba y les decía lo que había que hacer y qué pasaba alrededor de ellas; eso fue a los 11 años, a tal punto que dije, cuando sea grande no voy a trabajar, me voy a ganar la vida así. Cuando ellas peleaban con el novio les decía ‘si quieres, te ayudo a que regrese’ (risas), y eso que en colegio de monjas. La gente sabe que yo tengo ese don.
- ¿Cómo nació La sangre regia como una canción?
A través de este libro busco mi identidad con mis antepasados, que vienen desde Dios y pasa por María de las Estrellas, toda mi genealogía. Yo quería contar mi verdad en un libro de poesía y ya tengo vendidos 61 libros de estos, a pesar de que me retrasé un poquito en las ventas, a raíz de mi accidente, porque estuve enyesada.
- ¿De dónde surgió la idea de que sus obras fueran hechas con hilos de oro de 24 quilates u otros materiales preciosos?
Me nació de adentro, de lo más profundo de mi ser y creo que ahí encontré la realización de mi arte, para mi es el dorado. Cuando los indígenas se pintaban de oro en la laguna de Guatavita, es mi dorado, y nunca voy a volver a hacer libros así. Lo más maravilloso de esto es que me da tanto gusto hacer estos libros, que a las cuatro de la mañana se supone que a uno se le acorta la vista, pero no, la vista se me aumenta porque lo tengo que hacer, porque es mi reto. Yo no quiero sacar más libros en otro formato que no sea en este.
- Con este tipo de materiales tan costosos ¿no cree que cohíbe a muchos lectores interesados en sus obras que no pueden pagar estos libros?
Por eso estoy dando ahora tan baratos mis libros. 200 mil pesos no es nada, yo me quemo las pestañas haciéndolos, la seda de adentro, el oro, las perlas preciosas, el trabajo, la deshilachada. Podría decirle a alguien más que lo haga, pero no, coge otra energía. La persona que pueda, que ahorre un poquito, porque se lleva una joya. Son libros de arte, me van a poner a exponer unos en una sala en Nueva York, es que esto nadie lo hace en Colombia y no se los vendo a todo el mundo, ni los dejo mirar a todo el mundo, ¿por qué? Porque me pueden quitar la idea.
- ¿Cómo llegó el galardón al 'Libro más bello del mundo' de la revista argentina Poesía Latinoamericana?
Aquí vino un periodista argentino que me dijo ‘te voy a comprar el libro porque es muy bonito’. En esa época el libro era 'Me llamo Alma', entonces él me dijo: ‘hay un concurso muy importante de una revista y yo lo quiero llevar allá a ver si tú me permites’. Le dije que sí. Como a los tres meses me escribieron de allá diciéndome que me había ganado ese premio mundial, que habían tenido en sus manos libros maravillosos, con las fotografías más espectaculares del mundo, que eran exquisitos. Pero que nunca habían tenido en sus manos un libro tan bello como el mío.
LA POESÍA, SU VIDA
- ¿A lo largo de su recorrido artístico, ¿ha cambiado la forma de trabajo, la inspiración o el método a la hora de escribir poesía?
Claro, es muy diferente mi primer libro en 1994 a la poesía de ahora. Porque estuve hace mucho tiempo en cuestiones orientales, y ahora solo estoy con Cristo. La poesía de ahora es mucho más madura y elaborada, mi primer libro me encanta, pero uno va teniendo nuevas experiencias extrasensoriales a nivel poético.
- Su familia, en parte se ha dedicado a la literatura, educación e historia. ¿Por qué se inclinó usted por la poesía, en algún momento pensó en hacer otra cosa?
Desde los dos años mis padres me enseñaron todos los versos de Pombo, siempre habían muchas tertulias literarias en mi casa, desde pequeña empecé a escribir. Jamás en la vida he pensado salir de la poesía a la prosa en cualquier forma, la prosa no me gusta, como dije en una ocasión “la prosa es irreversible como el sida”, la prosa no se hizo para mi, para mi solo se hizo la poesía, yo la amo por encima de mis fuerzas y por el resto de mi vida voy a seguir dedicándome a la poesía en todas sus formas.
- En parte de su poesía aparece lo esotérico y de todo lo que encierra, pero también es alguien creyente. ¿Cómo logra ese equilibrio?
Todo lo esotérico lo dejé atrás, para mi eso ya no cuenta. En un momento dado contó, pero eso es menor a lo que estoy viviendo en Cristo, para mi todo es Cristo. Cuando yo me accidenté -tibia, peroné, esguince, equimosis y edema-, nunca me dolió nada, creo que eso fue por mi entrega a Jesús. Nunca me saldré del Señor porque allí lo encontré todo.
- ¿Cómo es el juego de la relación entre inspiración y razón en su poesía?
En la poesía siempre existe la razón y la inspiración, eso es un juego de todo escritor, poeta, músico y artista, que esté moviéndose en otras dimensiones, es un juego que lo tenemos todos.
- ¿Cuál considera que es la temática más recurrente en sus poemas?
Hay muchas, yo escribí en mi segundo libro poesía social, es que yo también he sido de esa temática de izquierda, me gusta la poesía revolucionaria. El año pasado, aún con mi pierna hinchada, me iba a la Plaza Che Guevara de la Universidad Nacional a decir poemas subversivos y todos los estudiantes se revolcaban de la felicidad.
- La inspiración en la poesía puede llegar de muchos lugares y diversas situaciones. La pérdida de un ser querido, en su caso su hija, ¿la llevó a explorar nuevos caminos?
Yo había escrito poemas desde antes de que María naciera, pero después de que ella murió el primer poema que yo escribí se llama ‘El poema de María o La consagración de la tierra’, es un diálogo entre ella y yo. A raíz de eso es que empiezo a escribir formalmente. Si no hubiera sido por la poesía no hubiera podido superar lo de María, imposible.
- ¿Cree que en Colombia es mucho más difícil vivir de las letras que en otros países?
Lógico, aquí a uno le toca a pulso, yo es por mi sangre judía vendo todo, no se me queda un libro, pero aquí la mayoría de poetas sucumben. Los escritores no tenemos apoyo de nadie, en Cuba, por ejemplo, sí lo hay. Aquí a los escritores nos toca luchar. Como a mi, que me toca levantarme a las 4 de la mañana.
- Pero en su caso ¿usted si vive de la poesía?
Sí, yo vivo de mis libros, me quemo las pestañas, pero yo vivo de mis libros.
- ¿Cómo ve las nuevas generaciones de poetas colombianos? ¿Hay futuro?
Claro, por qué yo tengo plena confianza en las nuevas generaciones de poetas colombianos, porque estamos en una encrucijada tremenda en la parte evolutiva, y cuando hay una encrucijada la persona se dispara en otras cosas. De las nuevas generaciones de este país van a surgir poetas maravillosos.
- Para aquellos que nunca se han acercado a la poesía, usted qué les diría si le preguntan ¿‘de qué sirve leer poesía’?
Para trascender la vida. Es que la poesía, así sea corrupta, poesía inclusive satánica, trasciende. Hablando de eso, escribí un libro que se llama 'La rebelión del Santo Grial', que fue durante mi época rebelde contra todo lo de la Biblia. Aún ese tipo de poesía sirve para trascender a otras dimensiones, la poesía es necesaria. Ella no pertenece a la literatura, la poesía pertenece a Dios y hoy en día digo, yo no pertenezco a la literatura, pertenezco a Dios.
- ¿Qué hay del ‘hippismo’? ¿Aún conserva esa esencia de los años 60?
Toda la vida seré hippie, durante 33 años tuve candongas de oro en la nariz, esto es algo que me marcó para siempre, es una forma de ser, es algo tan maravilloso. Vivíamos en comunas, en la miel. Yo personalmente no fui drogadicta, comí hongos buscando otras dimensiones para llegar a Dios. Vivimos lo que Cristo vivió, la generosidad. Yo viví el ‘hippismo’ en ese sentido y no en el libertinaje, jamás, pero el ‘hippismo’ como época ha sido la más maravillosa de toda mi vida.
- ¿Cuál es el siguiente sueño en su vida artística que buscará cumplir?
Yo quiero seguir evolucionando en mi poesía, quiero que cada vez sea más espiritual. Uno de mis sueños es que a través de mi poesía la gente se acerque a Dios y se quite el sufrimiento, la gente sufre mucho. A mi Dios me lo quitó a través de la poesía, por eso hoy soy feliz. Quiero seguir escribiendo toda la vida, porque como dice Alberto Dangond Uribe, “Yo soy la poesía”.
La Maga, también es amiga de las nuevas tecnologías y las redes sociales, en Facebook se puede contactar a través de 'merovingiosantogrial'.