Aunque el ciclo de conversaciones entre el Gobierno y las Farc que acaba de terminar estuvo marcado por hechos como secuestros ejecutados por la guerrilla y operaciones militares contra ese grupo insurgente, las dos partes reconocieron que el proceso de paz “avanza a buen ritmo”.
De hecho, se han anunciado “aproximaciones” en lo que se refiere al primer punto de la agenda pactada para la terminación del conflicto armado: un desarrollo integral agrario, más específicamente sobre el propósito de dar un mayor acceso a la tierra.
“En el marco de la discusión del primer punto de la Agenda -Política de Desarrollo Agrario Integral, con enfoque territorial- se abordó el análisis exhaustivo del punto de acceso a la tierra, apareciendo aproximaciones sobre el propósito de dar acceso progresivo a la tierra al mayor número posible de colombianos que no la posean o la posean de manera insuficiente”, expresaron el Gobierno y las Farc en un comunicado conjunto.
Esta coincidencia parecía no vislumbrarse a corto plazo, si se tiene en cuenta el reciente cruce de palabras entre el Ejecutivo y esa guerrilla. Hasta se llegó a hablar sobre el efecto que esa situación tendría en la confianza que diferentes sectores -incluyendo la sociedad civil- le estaban dando a las negociaciones que se adelantan en Cuba.
Sin embargo, según ha señalado el jefe negociador del Gobierno, Humberto De la Calle, el propósito es mantener y preservar ese ritmo que se les ha dado a las negociaciones, más allá de los tropiezos que pueda tener el proceso fuera de la mesa.
“El ritmo ha mejorado, pero hay que mantenerlo y preservarlo. Mientras nos mantengamos en la discusión de la agenda pactada, estas conversaciones pueden avanzar a buen ritmo; al ritmo necesario para concretar los acuerdos que nos permitan ponerle fin al conflicto”, aseguró.
Incluso, el integrante de la delegación de las Farc alias ‘Rodrigo Granda’ aseguró que se puede garantizar que las conversaciones van a “ritmo de tren bala”.
En lo que parece no haber un consenso total es en la posibilidad de abrir la agenda a otros temas, como pretenden las Farc. El Gobierno no está dispuesto, por ejemplo, a poner sobre la mesa asuntos como la explotación minero-energética o la idea de frenar la construcción de megaproyectos para la generación de energía eléctrica.
"Hay una posibilidad de paz que estamos construyendo a través de un diálogo que tiene condiciones, plazos, agenda y mecanismos de participación”, expresó De la Calle.
Y es que, precisamente sobre estos puntos, se podrían generar divergencias a corto plazo entre las partes, sobre todo en lo que tiene que ver con los tiempos, pues no es claro aún si la guerrilla está dispuesta a agilizar el proceso para llegar a acuerdos concretos este año. Noviembre está en la mira del Ejecutivo.
LO QUE VIENE
Durante esta semana, el equipo negociador del Gobierno, además de presentar un balance al presidente Juan Manuel Santos, se reunirá con gremios y expertos para hablar sobre el primer punto de la agenda. Luego retornará a La Habana, pues el quinto ciclo de conversaciones comenzará el próximo 18 de febrero.
No obstante, uno de los hechos más importantes que se podría dar en los próximos días es la liberación, por parte de las Farc, de dos policías y un soldado. Aunque estos secuestros generaron tensiones, las liberaciones podrían elevar el entusiasmo sobre lo que viene para las negociaciones.
Con todo, el profesor Vicente Torrijos advierte que estas liberaciones tendrán “un costo muy elevado” para el Estado y para la sociedad colombiana, “porque las Farc repetirán su sabido libreto para mostrarse ante la comunidad internacional como promotores de paz".
El Gobierno, por ahora, aunque ha rechazado estos secuestros, se ha mostrado dispuesto a coordinar lo que será el proceso de liberación. En dos días ya se podrían conocer las coordenadas donde se entragarán a los tres uniformados.
"Las reglas de juego del proceso se deben seguir para tener una metodología ordenada que conduzca a acuerdos, sin dilaciones. El reto es pasar de los acercamientos a los acuerdos definitivos para lograr cambios pactados. En este caso, en el modelo agrario del país", aseguró el excomisionado de paz Víctor G. Ricardo.