Se inició un proceso que cumple su segunda fase en Cuba. Tras seis meses de conversaciones secretas se trazó una hoja de ruta. Noruega, Chile y Venezuela también forman parte de la verificación del proceso. Expectativa.
Esther Rebollo
EFE | LA PATRIA | Bogotá
El Gobierno de Colombia y las Farc emprendieron este año un histórico y difícil diálogo de paz para intentar acabar con un conflicto armado de casi 50 años, sin un alto el fuego bilateral y con plazo para lograr un acuerdo: noviembre de 2013.
El pasado 26 de agosto, el presidente Juan Manuel Santos anunció el inicio del proceso tras seis meses de conversaciones secretas en Cuba.
El siguiente paso fue constituir la mesa de negociaciones el 18 de octubre en Noruega para después trasladarla a Cuba, donde ya se ha celebrado la primera etapa del diálogo bajo el hermetismo de los negociadores del Gobierno y una gran exposición mediática de la guerrilla colombiana.
El presidente Santos, quien llegó al poder en agosto de 2010 con el aviso de que haría todo lo posible por la paz, preparó el terreno con una Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras y un Marco Jurídico para la Paz, piezas clave para sentar las bases de futuros acuerdos con grupos insurgentes.
En este contexto se puso en marcha el tercer diálogo formal entre el Estado colombiano y las Farc en la historia del único conflicto armado activo en América, que acumula millones de muertos y de desplazados forzosos, así como de hectáreas de tierras usurpadas a campesinos, y varias decenas de miles de desaparecidos.
Una apuesta arriesgada que busca, según el propio Santos, no incurrir en los errores del pasado tras los intentos fracasados liderados por los expresidentes Belisario Betancur (1982-1986) y Andrés Pastrana (1998-2002).
Internacional
La novedad de este diálogo es que las conversaciones se celebran en el exterior, en La Habana concretamente, con Noruega y Cuba como observadores y Venezuela y Chile como garantes del proceso.
Otra diferencia es que no se ha declarado un alto el fuego bilateral. La guerrilla anunció una tregua navideña hasta finales de enero, pero el Gobierno ha dejado claro que mantendrá la presión militar contra la guerrilla.
De hecho, el 1 de diciembre el Ejército bombardeó un campamento rebelde en el convulso departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, en el operativo más contundente desde que comenzó el proceso.
Esos hechos, sumados a la fuerte exposición mediática de la guerrilla en Cuba, que casi a diario ha ofrecido declaraciones a la prensa tras una década oculta en la selva, ha llevado a los colombianos a desconfiar del proceso.
Según una encuesta de Datexco de finales de noviembre, el 64 % de los colombianos está convencido de que no habrá acuerdo, al tiempo que la popularidad de Santos descendió del 60 al 45 % en sólo tres meses.
Oportunidad
Pero algunos expertos creen que esta es la verdadera oportunidad para la paz en Colombia porque la coyuntura es propicia: una mayor debilidad de la guerrilla y el convencimiento del Gobierno de que por la vía militar no concluirá el conflicto, sin obviar que las FARC cuentan aún con más de 8.000 hombres en armas.
"Ninguna de las partes tiene posibilidades de ganar sólo a través de las armas y por ello están fuertemente incentivadas a negociar", dijo a Efe Silke Pfeiffer, directora en Colombia del centro de investigación de conflictos International Crisis Group.
El congresista Iván Cepeda, copresidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, fue más allá al declarar a Efe que ésta es "la primera vez" que Colombia se encuentra "ante una posibilidad real" de lograr un acuerdo de paz con las Farc.
Al término este mes de diciembre del primer ciclo de las negociaciones en La Habana, que se reanudarán el 8 de enero, los representantes del Gobierno y de las Farc anunciaron los primeros avances, al acordar mecanismos para que la sociedad civil participe en el proceso con aportaciones concretas a través de internet y con la convocatoria de un foro organizado por la ONU.
"Hemos avanzado dentro de lo previsto", dijo el jefe de los negociadores del Gobierno, el exvicepresidente caldense Humberto de la Calle, poco antes de que el propio Santos también hiciera un "balance positivo" y diera de plazo hasta noviembre de 2013 para lograr un acuerdo.
Las Farc también llegaron al final de este ciclo con "mucho optimismo y mucha esperanza", según el número dos de la guerrilla y jefe negociador de los rebeldes, Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez".
La tierra
Las partes comenzaron el diálogo en Cuba por el tema crucial: el problema de la tierra, cuyo injusto reparto sitúa a Colombia como un país con más desigualdad de América Latina, origen además del nacimiento de las Farc en 1964.
"Sin resolver este problema no habrá paz", advirtió a Efe el asesor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Absalón Machado, un experto en desarrollo agrario para quien el conflicto rural colombiano "está fundamentado en la lucha por la tierra de los campesinos contra los terratenientes".
Los otros temas a discusión son la dejación de las armas por la guerrilla y las garantías para que puedan participar en la política tras un eventual acuerdo, así como garantizar los derechos a las víctimas.
FOTO | ARCHIVO | LA PATRIA
Esta fue la primera declaración conjunta en Oslo entre el gobierno colombiano y las Farc.
El papel de Cuba
Cuba se convirtió en sede permanente del esperanzador proceso de diálogo entre el Gobierno y las Farc, pero también fue clave en la salud del presidente venezolano, Hugo Chávez, que se sometió a su cuarta operación contra el cáncer que se le detectó en la isla hace año y medio.
A la espera de la evolución de Chávez -el principal socio de la isla y cuyo petróleo es vital para el país- muchos cubanos tienen su mirada puesta en el 14 de enero, fecha de entrada en vigor de la ley de flexibilización migratoria.
Tras décadas de normas draconianas y de restrictivos trámites para viajar, se eliminará el permiso de salida, de modo que los cubanos solo necesitarán el pasaporte en regla y el visado correspondiente para salir al exterior.
No obstante, las autoridades pueden denegar la concesión de un pasaporte por razones de "interés público" o de "defensa y seguridad nacional" y también seguirán limitando las salidas de profesionales "vitales" para la isla a fin de evitar el "robo de cerebros".
Aunque muchos sueñan con viajar -si el bolsillo lo permite y consiguen el visado del país correspondiente-, también hay preocupación en Cuba ante el año que entra por una nueva ley tributaria que impone nuevos y altos impuestos.
En un país donde la cultura tributaria ha sido prácticamente nula durante cinco décadas, esta ley regula la fiscalidad de forma integral, como parte de las reformas económicas que impulsa el presidente Raúl Castro para "actualizar" el modelo socialista.
En el año que acaba fue noticia la visita de Benedicto XVI, el segundo pontífice que ha estado en la isla comunista tras el histórico viaje de Juan Pablo II en 1998. Entre el 26 y el 28 de marzo, el papa ofreció dos misas multitudinarias en Santiago y La Habana, se reunió con Raúl Castro y también conversó con Fidel, retirado del poder desde 2006.
Los principales mensajes de Benedicto XVI fueron la defensa de las libertades y la reconciliación entre cubanos, la idea de que tanto Cuba como el mundo necesitan cambios y sus llamamientos a desterrar "posiciones inamovibles".
También volvieron a dispararse los rumores sobre Fidel Castro, prácticamente desaparecido de la escena pública pero que en octubre salió al paso de las conjeturas sobre un presunto agravamiento de su salud con un artículo y unas fotografías al aire libre tocado con un sombrero campesino y atento al cultivo de moringas y moreras.
Chile, el alumno aventajado
En medio de la tormenta que azota el primer mundo, el estancamiento en los países asiáticos y la desaceleración de las principales economías de Sudamérica, Chile surge como el alumno aventajado que muestra un vigoroso ritmo de crecimiento, mantiene baja la inflación y roza el pleno empleo.
"Tenemos una economía que crece, que crea empleo, en la que los salarios aumentan y la gente tiene más poder adquisitivo", aseguró el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ejemplificando el buen desempeño del país a lo largo de este año.
La aspiración del gobierno del conservador Sebastián Piñera es que Chile, uno de los cinco países que más crecen en el mundo, salga del subdesarrollo antes de que termine la actual década.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señaló en su último informe semestral de perspectivas que Chile será por tres años consecutivos el país con mayor crecimiento entre los 34 miembros de la OCDE, con un 5,2 % en 2012, un 4,6 % en 2013 y un 5,6 % en 2014.
La economía chilena ha crecido un 5,6 % en 2012, algo menos que el 6 % del año pasado, pero sigue mostrando resistencia a los efectos de la crisis y en 2013 podría expandirse hasta un 5 %, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Aunque el principal impulso este año proviene de la demanda interna, con un aumento cercano al 8 %, la inflación se mantiene controlada, en torno al 2,1 %, y el desempleo ronda el 6,5 %