El niño Sebastián Marín, de siete años, murió ahogado en un estanque de peces en la vereda Barcinal Alto de Filadelfia, en el norte de Caldas.
La tragedia ocurrió en la tarde de ayer en la vereda Barcinal. Informaciones indican que el pequeño estaba jugando en el sitio.
El niño vivía en esa vereda ubicada a unos 35 minutos en vehículo del casco urbano de Filadelfia. El cuerpo sin vida permanecía ayer en la morgue del Hospital San Bernardo.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de la localidad, Guillermo González, indicó que es necesario que la comunidad atienda las recomendaciones que hay sobre seguridad para piscinas y espejos hídricos.
Indica: “por ejemplo es muy importante cercar y señalizar estos lugares. También se deben mantener alejados a los niños de ríos y charcas y en caso de llevarlos es primordial la custodia de adultos”.
En Bucamba
El primer ahogamiento del año en Caldas ocurrió el 2 de enero en el río Magdalena, a su paso por La Dorada, en el oriente. Allí perdió la vida Fabián Albero Celis, de 30 años.
El joven y su familia llegaron de paseo al puerto caldense y se estaban bañando en las playas de Bucamba. A las 5:00 de la tarde, mientras Fabián veía a varios de sus familiares nadar, observó que dos de ellos, de 21 y 30 años, se estaban ahogando. Sin pensarlo, se quitó la ropa y se lanzó al agua.
Los familiares, en el afán de ayudarlos, les tiraron una vara, pero Fabián cada vez se alejaba más de la orilla. Tras un rato de luchar con el agua, el cansancio lo venció, perdió la fuerza y no volvió a salir del fondo.