La situación gravísima que esta viviendo la capital bajo la administración de un individuo totalmente inepto para tan importante cargo, como es Petro en la Alcaldía de Bogotá, merece que el país entero, que también está reflejando la baja en el desarrollo de su economía, se movilice y se solidarice con la capital para emprender una cruzada que revoque el mandato de este alcalde lo mas rápidamente posible, antes de que termine por hacer un daño mayor, que si no se logra detener a la mayor brevedad, tendrá consecuencias irreparables.
Uno no se explica que pensaron los bogotanos, cuando teniendo unos candidatos como Enrique Peñalosa, y hasta Mockus, con la suficiente preparación para haber administrado el monstruo que es Bogotá, hubieran votado en una forma tan irreflexiva por un demagogo, seudo-revolucionario, sin ninguna preparación.
La lista de metidas de pata y de improvisaciones que a diario aparecen causan repudio, y están formando una conciencia unánime de que se tienen que tomar medidas de fondo, porque no hay mal que pueda durar cien años, ni una ciudad que pueda resistir semejante cantidad de barbaridades.
Con solo ver la cantidad de funcionarios que han cambiado durante su administración, la mayoría de los cuales por renuncia voluntaria al no poder aguantarse la tiranía absurda de un burgomaestre que no tiene ni idea para donde va, y otras porque, siguiendo el sucio ejemplo de Samuel Moreno, la corrupción va aterradoramente en aumento. Hasta el momento, los grandes responsables de todo el cartel de la contratación, que se esperaba que el señor Petro iba a cortar de raíz, siguen incólumes, gozando de sus fortunas mal habidas y ni siquiera los han llevado a conocer las cárceles donde desde hace tiempo deberían estar encerrados.
Hace unos días el principal problema que estaba enfrentando la administración, y que hasta ahora por la ignorancia total no se le ha dado ninguna solución, era la de la movilidad. Uno se aterra que la doctora Flechas, Secretaria de Movilidad, quien es una persona capacitada, no haya podido hacer algo para solucionar este drama que le daña la vida a los habitantes de esa ciudad, porque cuando ella propone algún programa sale de inmediato el Alcalde a rebatirla y a cambiar en cuestión de horas cualquier solución que se presente. Durante el largo año de su administración no se ha visto nada positivo y todo indica que así seguiremos hasta que la ciudadanía tome actitudes drásticas, que sería lo único que puede salvar la ciudad.
En este momento el mayor problema, que entre otras cosas nadie sabe por qué se formó, y que no ha hecho sino traer gravísimas consecuencias, es el de las basuras. Por cualquier lado que se mire lo que está pasando, asusta el panorama. Miles de toneladas de basuras han convertido a Bogotá en un muladar, y las soluciones no se ven por ninguna parte. Todo lo que hemos visto es una pelea con unos contratistas, que por razones que desconocemos no quieren dar su brazo a torcer, y no entregan los contratos de recolección, pero por otro, un alcalde que quiere solucionar todo este drama con peleas y determinaciones improvisadas, como la de poner a unos trabajadores a subir pesadísimas canecas llenas de estiércol a unas volquetas que no están hechas para ese trabajo, a una altura de cuatro metros, poniendo en grave riesgo su seguridad. Y como si todo esto fuera poco, algunos ladrones importaron unas chatarras envenenadas inservibles para ponerlas a recoger con grave peligro para la salud de la población.
Estos dos hechos demuestran la ineptitud del exguerrillero y el peligro que corre no solamente Bogota sino el país, dejando en manos de un inepto e improvisador el cargo de alcalde de la capital, nada menos que el segundo puesto del país.
P.D. Cuando un millonario pasa a mejor vida, los herederos también.